4.5.12 in

La baraja del destino

Como en la baraja del destino,
mi vida se va entremezclando
sin caminos que se definan
ni sean propios, personales, mios.
Depende del momento preciso
en el que una mano extraña
pare de barajar y haga el corte
que pondría mi futuro en marcha.
¿Bueno?
¿Malo?
No lo sé.
Hasta que las caras dibujadas
se pinten enfrente de la mia,
no llegaré a saber su significado
y aún así, todo vuelve a cambiar
por culpa de mi libre albedrío,
causa constante de mi errar
que decide a cada segundo.
lo que debe ser, lo que hay.
No sé si habrá un destino,
no sé quien mueve mis cartas,
pero rezo y suplico al cielo
que deje de jugar en este instante
y no me  haga tambalear,
porque la fina línea que divide
el triste ayer y el temido mañana,
ya no logro vislumbrar.