22.5.14 in ,

OTRO DÍA MÁS



De nuevo con el amanecer, el sol vuelve a salir
incansable inicia su marcha por el cielo, otro día más.
Da un brillo intensa a un mundo que odio ver,
creando sombras fantasmales a mi alrededor
que vagan al compás de las incansables horas
como marionetas que pululan tristes y amargadas
al compás de la luz de su amo y señor.

Se me antoja eterno el día que pasa,
perpétuo malestar de otras veinticuatro horas
hasta que el Astro Rey se marche a dormir.
Un recorrido errático por la bóveda azul
mientras yo vivo en el negro más infernal, otro día más.

El tiempo es mi aliado, o eso parece que me dicen,
los que tratan fieramente de mitigar el dolor.
Pero el dolor no es suyo, es sólo mío,
y ya no sé si me poseé el a mí o yo a él.
Pero si yo en verdad fuera su dueño
trataría de dominarlo, de echarlo lejos
... pero no puedo...
Siguo la lucha contra mí mismo, repetidamente sin descansar.

De nuevo con el amanecer, el sol vuelve a salir
incansable inicia su marcha por el cielo, otro día más.
Recorre el arco celeste y se vuelve a acostar,
ajeno a mi persona,
ajeno a lo que siento,
ajeno a mi dolor.