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IRREALIDAD

La quema insaciable de los favores
que un alma entrega a otra
permanece impura en el vacio.
La llama que antaño fue luz,
ahora se torna niebla
que reluce sin un destello
en el corazón de la razón.
Cosas, hechos y emociones
que se guardan en un cajón
creado de sentimentales alas
que vuelan hacia el infinito.
No importa ya el sueño
que cruelmente se desliza
por el afán pétreo del deseo,
pues dentro de la verdad se agazapa
a la espera de un momento,
el ánsia eterna del no saber.
Flores que se secan
al no regarse de confianza,
y miedos que se van
en el tren de la melancolia,
con un equipaje de soledad
como única compañia.
No quiero perderme, no deseo hacerlo,
por eso renuncio a la blanca parca
que me tienta sin razón
por el mero hecho de reirse
con lo que una vez, fue mi destino.