3.3.12 in

MASCARAS

Las mascaras parecen haberse quedado
en carnavales imposibles del ayer.
Pero aún en el presente estoy sintiendo
como la fria sonrisa del bufón
se adueña de mi vida y torna gélida
el ansia de ser yo mismo.
Falsos menesteres yacen
en ingenuas personas que en la sombra
se mecen por un ápice de oportunidad
mientras que las palabras brotan
como una cascada de ideales,
de las plumas llenas de quien tiene algo que decir.
La realidad es una máscara,
o eso nos quieren hacer sentir.
Pero tras las sonrisas maquiavélicas
de aquellos que se esconden,
se guarda un desamparo
porque no saben como vivir.
Riete tú con la máscara de tu pensamiento,
porque sin ella, eres eternamente tú
y no necesitas de disfraces
para marcar la diferencia
entre lo que otros sólo anhelan
y tú, por tu propia persona,
lo tienes dentro de tu corazón.
Es hora de que las máscaras se cuelguen
en sus armarios, ese tiempo ya pasó
y ahora sólo importa la verdad.