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POR NO HACER NADA

Me contaron de un hombre, que cada tarde, cuando caía el sol, se sentaba enfrente de su gran ventanal y observaba la ciudad. Se queda prendado cuando la moles de hormigón y metal que cubrían el horizonte adquirían ese tono luminoso de los cientos de carteles que con la oscuridad adquirían vida propia dando paso al nocturno ir y venir de personas que comenzaban su vivir a esas horas.
El hombre, vivía sólo, con el peso de mil lágrimas que en un pasado brotaron de sus ojos, y que le habian llevado hasta ese momento de su vida.
Había intentado volver a amar, peor nada era lo mismo desde hace muchos años. Ahora su corazón latía por otras causas, con sueños y deseos que deseaba volver a experimentar.
Sabía que la persona que tenía que encontrar estaba en uno de esos rascacielos que miraba atentamente. Trataba de imaginar cómo sería la vida de ella en estos momentos. Quizá esa mujer, al igual que el hombre, estuviera mirando por la ventana pensando en que su amor estaría en la ciudad, oculto en un juego sin final, el del gato y el ratón y por eso no lo había conocido aún.
Podía pasar horas allí sentado observando el ajetreo nocturno, pero nunca pensó en bajar a la calle y ver las cosas de otra manera.
Él se sentía protegido en casa y tenía la fiel esperanza de que esa persona llegaría hasta donde estaba. No sabía cómo, pero así sería.
Pasaron los años, y no dejó ni un sólo dia de llamar a la mujer que deseaba tanto conocer. Allí, en su ventana, pedía y pedía al cielo su llegada hasta quedar agotado.
Pero nunca llegó.
Un dia, ese hombre, mientras miraba la calle y las luces de la noche, cerró sus ojos y se durmió. La misma esperanza que le mantuvo vivo, se lo llevó.
Cuentan que en el último segundo antes de dormir, quiso vestirse y salir a la calle, arrepentido por no haber hecho algo para encontrar a ese amor, y en ese mismo instante se dio cuenta de su error.


Moraleja: No esperes a que todo te llegue... lucha por ello, da tú los pasos, sal en la busqueda de lo que quieres, por que un dia perdido, es un dia que no volverá.